Experimentar lo easquivo, crecer en los umbrales
Jamel Ghomari
Su obra se compone de elementos superpuestos como el metacrilato y el poliéster. Se trata de una obra plástica en contante transformación de donde surgen diversas metamorfosis, significados y lenguajes.
El concepto de lo visible y del casi perceptible se hace evidente.
La mutación de un lugar, contribuye al cambio dinámico constante: de la sensación visual a la reflexión.
La obra se estructura por si misma y se apropia de todo el espacio. Las transparencias crean una fuerza reflectaste provocando una actividad incesante que capta el espectador, haciendo de el un interprete activo que interviene de una manera explicita en la concepción de espacio: aproximación, alejamiento, sombra, luces, formas distorsionares, matices, perspectivas aleatorias, hacen que el espectador sea confrontado a un lugar que le implica y le solicita.
El artista propone, el observador decide.
En segundo lugar, un espacio basado esencialmente en la imagen y el grafismo. Desde el primer indice y presencia de la imagen, surge el pensamiento por proliferación y su conversión simbólica entre los limites de lo real. Un pretexto para las diferentes percepciones en el transcurso del tiempo, el ser y la nada de la materia al espíritu de la quietud al temblor.
El dinamismo como punto de partida en su esencia y prueba de la existencia: de lo infinitamente pequeño al inmensamente grande.
A raíz de las agitaciones sensoriales, vuelve la reflexión, circunstancia donde la visión del mundo y su interpretación se hacen posibles.